Historia de Inspiracion…Taylor Haugen
Mi celular sonó y miré que era mi esposa, Kathy llamandome. Debido a mi trabajo, no pude asistir al juego de futbol de nuestro unico hijo de 15 años de edad, Taylor. No me gustaba faltar a sus juegos, esta era la primera vez que no pude ir.
«Ven rapido,» dijo Kathy, «Taylor esta lastimado y esta en el hospital.» Kathy y yo hablamos de los riesgos que existen en el futbol pero mi hijo no amaba nada mas que el futbol, hasta dormia con la pelota. Alguien del hospital me dijo, «Tu hijo ha recibido multiples laceraciones en el higado.» Yo estuve en la guerra y sabia que un higado dañado podria ser fatal. «Oh Dios, no permita que mi hijo muera.»
Dios mismo era un padre, él entendia. Pero por la mañana, estaba muerto. Un accidente, le pasaron la bola y en el aire él brincó para agarrarla y fue golpeado en su abdomen por los dos lados. No tenia proteccion.
Pasaba mi tiempo en su cuarto, mirando sus trofeos y cosas personales. Kathy y yo apenas hablabamos. El dolor que sentia era casi intolerable. Un dia me llamaron de la Comapnia EvoShield, una compania que produce equipo de proteccion para los atletas. Me dijeron, «Hemos diseñado un aparato que protege los organos abdominales.» La verdad mi dolia la cabeza de pensar de tomar un proyecto como ese, aunque mi esposa estaba a favor, gracias a Dios, dejamos caer el asunto.
Los meses arrastraron y me force a trabajar de nuevo. Tres años despues, estaba leyendo el periódico en la seccion de deportes, cuando lei donde decia que hubo un accidente y el atleta habia tenido laceraciones en su higado. Senti mis manos apretarsen, no otra vez!, pensé. Dos semanas despues, el mismo incidente con otro atleta! No! No quiero que otro padre pase lo que yo pasé!
Llame la compania y en los ultimos tres años Kathy y yo no hemos juntado con directores de deportes de las escuelas por toda la Florida. Nuestro mensaje es sencillo: las heridas abdominales son más comunes y mas peligrosas que la gente se imagina, pero proteccion esta disponible.
Hoy en dia, mas de 1,400 jugadores de futbol en las escuelas usan camisas protectivas. Es un legado que mi hijo Taylor hubiera sido orgulloso. (Brian Haugen)
Comentarios Recientes