Del Escritorio del Pastor…Los Enemigos de Adentro (Feb. 2012)
Para comenzar a compartir lo que el Espiritu Santo me ha dado es vital e importante reconocer que todos tenemos debilidades internas que se levantan contra uno mismo. Estas debilidades las vamos a llmar, «los enemigos de adentro». Son las emociones daninas, malas que se oponen a nuestro crecimiento espiritual. Pueden ser malos habitos, ciclos de patrones en nuestras vidas. Estos enemigos internos son entradas a espiritus malos, a los cuales llamaremos los «enemigos externos, o sea los demonios que buscan entrada en las vidas para atarlos y eventualmente destruirlos. Estos enemigos internos en ocaciones estan tan penetrados en nuestra nautraleza pecaminosa que pueden cegar aun a los cristianos.
Quiero utilizar la Promesa dada a Abraham de la expansion del territorio de la tierra prometida para plantear la revelacion recibida del Espiritu Santo con referencia a los «enemigos de adentro». Fue un territorio prometido al patriarca Abraham. Abarcaria las fronteras: desde el rio Nilo (el extremo oeste, el rio de Egipto), parte de la Peninsula del Sinai hasta el rio Eufrates ubicado en Iraq (La Antigua Babilonia). Dios le dijo a Abraham: A tu descendencia dare esta tierra, desde el rio de Egipto hasta el rio grande, el rio Eufrates (Gen. 15:18). Bajo el reinado del Rey Salomon fue la epoca de maxima extension del territorio de Israel (1 Reyes 8:65; 2 Cron. 7:8). El comienzo del la expansion del territorio de Israel fue durante el reinado del Rey David (1 Cron. 18:1-3); (2 Sam. 8:1-14). El Rey David tal parece que estaba anclado en la promesa dada a Abraham. Israel nunca llego a conquistar todo este territorio. El territorio prometido alcanzaria la frontera este de Egipto (parte de la Peninsula del Sinai al norte alcanzaria parte de Siria al sur, parte de la actual peninsula de Arabia y al oeste parte de Iraq, el rio Eufrates).
Lo primero que tendria que conquistar seria parte de la tierra prometida lo que llamamos el territorio de adentro de la frontera del rio Jordan. Lo cual hicieron pero no ompletamente durante el liderazgo de Josue. Moises conquisto parte del territorio del moderno Jordania. Ahi se ubicaron 2 1/2 tribus de Israel. ¿Como podemos aplicar todo esto a nuestras vidas? La Palestina actual conquistada por Josue; representa nuestra vida interna, las emociones daninas, sentimientos, los enemigos internos que tenemos que vencer para expandir nuestro territorio, alcanzar otras fronteras espirituales. Tenemos que vencer a los filisteos primero para que podamos aplastar a los Edomitas, Amonitas, Moabitas y Babilonios. Estos ultimos representan a los demonios. En ocaciones peleamos y atamos a espiritus malos cuando dentro de nosotros quedan enemigos internos como el celo, la envidia, la competencia, el rencor, la falta de perdon, el orgullo, los pensamientos inmorales, inseguridad, etc.
David peleo contra gigantes que eran Filisteos luego de vencerlos y aplastar a los enemigos de adentro del territorio fue a la conquista de un gran fortaleza, la Ciudad de Jerusalen. Que es una figura, un tipo, una representacion de las fortalezas que el maligno a edificado en las vidas. Son los patrones mentales, los malos habitos, las cosas que no podemos vencer aunque algunos sean buenos cristianos. Hay que ECHAR A BAJO ESTAS FORTALEZAS. Como hizo David con la Ciudad de Jerusalen que luego se la cambia el nombre al de la Ciudad de David.
Jerusalen le decian que el no podria, se burlaron de el. Lo mismo ocurre, el demonio que ha edificado esta fortaleza diabolica por causa de la entrada que se la ha dado, te puede decir tu no puedes, son muchos los anos que llevas asi, tu eres asi, no hay esperanza. Te digo en el poderoso nombre de Cristo, si se puede! David «termino conquistando a Jerusalen y luego se le cambia el nombre que simboliza, ‘lo que tu pensaba que no podia vencer’, termina venciendole en Cristo y luego edifica algo bello que traiga Gloria a Dios (2 Sam. 5:6-9).
El Senor tiene nuevos territorios, cosas hermosas para nosotros. Quizas sean ministerios, cosas que jamas pensamos (1 Cor. 2:9), pero es menester que en el nombre de Cristo vencemos a los enemigos de adentro. Como? Lo primero es reconocer que tenemos ese mal, luego confesarlo, pedir perdon, clamar por la Sangre de Cristo y finalmente dar fruto, no volver a serlo. Gloria a Dios que si podemos vivir una vida de victoria aplastando, venciendo a todo tipo de enemigo sea emocional o sea cualquier espiritu de maldad!
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